Caridad hoy

La hermandad vive y se mantiene por las cuotas que abonan los hermanos, pero también a través de donaciones particulares y de instituciones. Pero no cuenta con subvenciones de carácter estatal municipal o regional. La gestión del hospital está a cargo de profesionales, de hecho , trabajan en él enfermeros y auxiliares de enfermería muy preparados.

El deber de los hermanos

Cuando ingresa un nuevo hermano se le explica las principales funciones y las labores de asistencia hacia los acogidos de la Santa Caridad. Entre ellas están las de acompañarlos en sus paseos o asistencias médicas pero sobre todo darles afecto y cariño. No hay que olvidar que muchos de las personas que viven en la santa casa son personas abandonadas por su propia familia o personas que se encuentran en la última fase de su vida. Aún cuando todos los hermanos deben ocuparse de asistir diariamente todo el año a las personas que residen en nuestra casa de hogar, tienen especial obligación al mes en el que están “ de guardia”, eligen ese mes voluntariamente y durante el mismo vigilan el funcionamiento de la casa, ayudan en el comedor y los acompañan en todo tipo de salidas, desde las necesarias por prescripción médica o simplemente a dar un paseo o una excursión. Actualmente todas las habitaciones son individuales , dotadas de baño, existe un gran comedor donde se sirven todas las comidas. Hay también una gran sala de estar con espacios para juegos de mesa (dominó, ajedrez, cartas, etcétera), lugares de reunión y televisión; esas actividades las realizan los acogidos también con hermanos y voluntarios. 

El economato, un servicio para miles de personas

La Santa Caridad no se limita a cuidar a los acogidos que residen en la Santa Casa. También, y siguiendo la tradición de repartos de comidas atienden un importante economato que sirve a unas 350 familias. En la actualidad ayudamos a unas 350 familias lo que equivale a 2000 personas cada mes. Las familias reciben unos bonos que cambian por los paquetes. Para ellos se cuenta con la colaboración de algunos conventos de las Hermanas de la Cruz y de las 80 sedes de Cáritas en las parroquias de la diócesis de Sevilla. También la Cruz Roja y el Banco de Alimentos nos son de gran ayuda en la distribución de alimentos, servicio que prestamos en virtud de un acuerdo con esa última institución y todo ello con la ayuda de los hermanos de la Caridad y de otras entidades que la hermandad intenta implicar para realizar su misión. Cada semana se atiende a unas 50 o 60 familias y se atiende a las familias necesitadas durante un periodo mínimo de un año. Obviamente éstas deben acreditar su estado de necesidad e indigencia para ser admitidas. Los paquetes se componen de una variedad de 25 a 30 productos de primera necesidad no perecederos.

Las historias de La Caridad

La Santa Caridad significa historia, cultura, arte… pero sobre todo vida. Experiencias humanas concretas, historias de personas que a través de los siglos se han enfrentado a los problemas y han sabido evolucionar para adaptarse a las circunstancias de cada momento. Historias de hermanos, la más ejemplar y conocida es la del Fundador Miguel Mañara que le dio a la Hermandad ese impulso poderoso que, aún en nuestros días, sigue siendo el verdadero motor de la tarea de los hermanos. Pero las historias son también las de aquellas personas que en la Caridad han encontrado su hogar. No es una casualidad que los acogidos llamen a la Santa Caridad “Nuestra Casa”: una casa donde las personas viven como en familia, donde se les acoge y se les atiende y donde encuentran amistad y cariño. Ésto vale también para los hermanos que, en su afán de servicio, reciben mucho más de lo que den en el espíritu evangélico perfectamente encarnado por el Venerable Miguel Mañara.